Historia

Un poquito de historia

Los métodos algebraicos más antiguos surgieron porque los matemáticos comenzaron a interesarse por las operaciones que se pueden realizar con números cualesquiera y por las propiedades de estas operaciones.
En los inicios de las matemáticas las fórmulas y las ecuaciones, así como sus soluciones, se expresaban verbalmente. La utilización del lenguaje simbólico (por ejemplo, los signos que representan las operaciones aritméticas o las letras para nombrar a las incógnitas) que agilizó el cálculo y facilitó los desarrollos se introdujo muy tardíamente.
Entre los numerosos problemas aritméticos hallados en los papiros egipcios, se puede encontrar ya alguno de tipo algebraico, como por ejemplo, la siguiente ecuación que hemos recogido del famoso papiro de Rhind (1650 a. C.): “un montón y una séptima parte del mismo es igual a 24”.
Esta ecuación, si se escribe en el actual lenguaje simbólico, quedaría así:

                                                               x + 1/7 .x = 24

donde x expresa el “montón” al que se refiere el autor de dicho papiro.
Los babilonios tuvieron gran conocimiento de las técnicas algebraicas y los griegos, más tarde, se valieron de la Geometría para resolver problemas algebraicos.
La palabra Álgebra tiene su origen en el título del libro Hisab al-jabr w’ al-muqabalah que fue escrito en Bagdad hacia el año 825 por el más importante matemático musulmán de la época llamado  al Khwarizmi. Los métodos de resolución de ecuaciones, que aparecen en este tratado, constituyeron un enorme avance para el desarrollo posterior del Álgebra. 
De la fase del álgebra retórica, en la que los razonamientos eran verbales, se pasó al Álgebra sincopada; sincopado significa abreviado.
La notación simbólica y los signos de operaciones a los que hemos aludido anteriormente, fueron introducidos por los matemáticos franceses Viète y Descartes en los siglos XVI y XVII.
El álgebra, actualmente, se halla presentado en toda la matemática y en la física, pues los problemas geométricos, aritméticos o físicos se expresan de ese modo con más sencillez.

Extraído de:
Rodriguez, M.; Martinez, M. (1998) Matemática 8 . Santiago de CHile: Mc Graw Hill. Páginas 47 y 48.